Nosotros
Babalorisha ricardo de Obbatala
Por Regla de Ocha o Santería conocemos la transculturación originada en Cuba por los esclavos provenientes del suroeste nigeriano. El origen de estos grupos puede encontrarse en las migraciones que hacia el sureste realizaron los akú de Sierra Leona a partir del siglo VIII cuando comienzan a penetrar mercaderes árabes en la zona imponiendo su religión.
En la génesis de la integración de la Santería Cubana encontramos elementos culturales de los subgrupos yorubas conocidos como oyoes, ifé. Edwardos, sangá e ilesas, todos referidos a ciudades estados pertenecientes a la confederación yorubá; así como los lucumíes, que fue una emigración akú anterior a los yorubás en Nigeria; los takuas, nupes o mpes y los mandé o mandingas, éstos últimos dos grupos diferentes a los akú y yorubás pero con un cuerpo de creencias muy parecido.
Todos estos grupos están ubicados en una zona donde la finalidad de las religiones tradicionales es el tránsito feliz de la vida a la muerte . Las motivaciones fundamentales de los practicantes de Santería están acordes con el fin de su sistema mágico religioso y las principales resultan:
• Problemas de salud. • Desenvolvimiento social. • Problemas económicos. • Vivienda. • Relaciones afectivas. • Temor a la muerte. • Vocación religiosa pura. • Tradición familiar. • Influencia ambiental.
Los antecedentes o elementos tradicionales de la religiosidad subsahariana que se preservan en la Regla de Ocha son:
- Culto a los antepasados: Como creencia por la cual se estima que los difuntos ejercen determinadas influencias en la vida de sus familiares vivos y en toda la comunidad. - Fetichismo: Fe en un objeto elaborado por el hombre al cual se le atribuye propiedades sobrenaturales. - Animismo: Afirmación de la existencia del alma independiente del cuerpo, ante lo cual la muerte tan sólo representa un cambio de estado que incluye la liberación del alma. - Mana: Suposición por la cual un ser sobrenatural puede habitar en un objeto o persona durante un tiempo indeterminado. - Magia: Compuesta por mecanismos rituales y litúrgicos para convocatoria de las fuerzas sobrenaturales en las cuales se cree, a fin de que actúen en pro de una finalidad requerida.
En la Santeria observamos tres componentes fundamentales:
- La adivinación o manera principal de estos creyentes para comunicarse con los objetos de su creencia. - El culto a los dioses yorubas u Orishas quienes resultan como intermediarios entre Oloddumare o el Dios principal y sus devotos. - Culto a los antepasados.
Para un creyente de Santería las formas de relación con sus Orishas son la adivinación, el estado de posesión (donde el orisha usufructa al devoto), las oraciones y los saludos rituales moyubbas.
En la organización de la Regla de Ocha es posible precisar un orden jerárquico y uno ceremonial. Al primero pertenecen:
Los babalaos o sacerdotes dedicados al culto del oráculo Orumla. Los babalochas o "padres de santo". Personas con prestigio reconocido entre la comunidad de creyentes para realizar ceremonias y consagrar neófitos. Las iyalochas o "madres de santo" . Mujeres con las mismas condiciones, atribuciones y características que los babalochas. Iní , asistente en los ritos de consagración. Osainista , sacerdote dedicado al culto del Orisha Osain. Son personas con amplios conocimientos de la flora y la fauna. Están encargados de buscar en el monte las yerbas y palos necesarios para las distintas liturgias santeras. Okilapua o tocador principal. Tamborero mayor y sabio. Olubatá o tocador de los sacrosantos tambores batá, aunque por añadidura este nombre se aplica a los tocadores de cualquiera de los tambores usados en la Santería. Akpuon o cantante solista, llamador de los orisha. Vasallos o cantantes del coro. Iyawó , nombre dado a las personas en vías de asentamiento o consagración a un orisha.
- Orden ceremonial:
Asientos o consagraciones a los Orishas; medios asientos; rogaciones, creación de atributos rituales, ofrendas, ceremonias votivas, mundificaciones, ritos fúnebres, wemireres o fiestas y preparación de los omieros o líquidos rituales.